Tuve una de mis ideas de bombero. Esas que te vienen a la cabeza en alguno de los trayectos de tren camino al trabajo. Por cierto que estoy descubriendo que son muy productivos e inspiradores si los aprovechas para, como por ejemplo ahora, escribir en mi libreta. Pues eso, que fue una idea de las que normalmente terminan quedándose en eso, una idea; pero esta vez medio en broma, medio en serio, quise llevarla a cabo como prueba de concepto o experimento social.
Hacía poco que me había terminado de leer Ética Promiscua y me había encantado. De hecho me dediqué a recomendarlo y regalarlo por doquier. Por Sant Jordi llegué a comprar hasta diez ejemplares para regalar, uno de los hándicaps de tener varios amores. A raíz de su lectura, encontré comunidades de poliamor en Facebook, grupos, páginas… Por ejemplo el grupo Poliamor Cataluña en Facebook. Uno de las principales normas de este grupo, es específicamente que ese NO es un espacio para «ligar». ¿Entonces, cómo voy a ligar con personas poliamorosas si donde las tengo localizadas no se me permite hacerlo y en el “mundo exterior” no puedo saber quién comparte esta filosofía en las relaciones afectivas?… Pues no buscando tú y haciendo que sean ellxs quien te encuentren a ti.
Ahí se me ocurrió poner a la venta el libro Ética Promiscua en Wallapop.
Cuando se pesca, o se caza, hay que conocer a la presa que pretendes para encontrar el cebo adecuado. Ética Promiscua resultó ser uno magnífico para, en este caso, conocer a L.
L acabó contactando conmigo porque buscaba ese libro porque estaba interesada en abrir su relación. Documentándose y leyendo por Internet había recibido buenas referencias de «Ética Promiscua». Le hablé de mis experiencias y aprendizajes descubriendo este mundo y leyendo el libro. Sé, porque a mí me pasó, que cuando empiezas a indagar el mundo del poliamor y las relaciones no monógamas, acostumbras a pasar por un período en el que te has sentido un bicho raro, incomprendido e inadaptado. La sensación de encontrar gente «normal» que comparte esa rareza contigo es muy esperanzadora. Poder compartir tus inquietudes, que sean comprendidas, recogidas e incluso correspondidas es liberador.
Después de estar chateando por Wallapop, decidimos quedar, ya no tanto para darle el libro, sino por tener más tiempo para hablar y conocernos cara a cara. Nos encontramos en una terraza de Enric Granados para tomar un té cada uno y seguir con el intercambio de palabras y empezar con el intercambio de miradas. Miradas de esos ojos grandes suyos, oscuros y profundos llenos de ilusiones y esperanzas que le dibujaban maravillosas sonrisas en sus labios… sus labios.
Me gustó, nos gustamos, mucho. Mi mente no paró de volar durante toda la cita. Me contó sobre ella, sobre su vida, su trabajo… consiguiendo fascinarme. Y cuando alguien me fascina, me engancha, quiero más, necesito más… y tuve más, me dio más, mucho más.
Creo que poner este libro a la venta fue una de las mejores ideas que he tenido. Por eso lo he vuelto a poner en mi perfil de wallapop junto con otros como «Opening Up» y «Juego Limpio».
P.D: Ahora vas a buscarlos… y lo sabes 😉