No soy el centro de su universo, aunque me haya dicho mil veces que sí. Por lo que nada de lo que haga será por mí, sino por y para ella. ¿Suena egoísta? Puede que sí, pero es que eso es lo que nos mueve a todas. Por lo menos a mi forma de ver.
Desengañémonos; si algo no nos satisface, no lo hacemos y, si lo hicimos igualmente, sentimos haber perdido el tiempo.
Cuando mi acto más altruista me satisface recibiendo una compensació, cuando soy generoso me siento bien, cuando soy amable recibo amor, cuando doy sin esperar nada a cambio me enriquezco espiritualmente y me siento orgulloso de mí mismo.
Así pues, si el egoísmo es lo que nos mueve y resulta ser algo natural. ¿Por qué debería pensar que lo que ella haga cuando no está conmigo lo estará haciendo por mí?
Cuando me cuenta que ha conocido a alguien que la entusiasma, que la enamora, que le apetece compartir tiempo, felicidad, placer o lo que sea, ¿no serán exáctamente esas sus motivaciones?
Cuán egocéntrico sería por mi parte pensar que yo debería formar parte de las razones por las que ella debería decidir si hacer, sentir, desear o no algo con esa otra persona. Muy prepotente sería sugerir que tengo derecho a ni siquiera influenciar en sus decisiones y completamente inaceptable el pretender vetarle o prohibirle nada.
Mi felicidad no es su responsabilidad.
Su felicidad es mi recompensa.
Es increíble cielo
Me encanta como escribes y lo que escribes
Tienes muchas cualidades entre ellas tu sensibilidad no cambies nunca.
Carolina
No dejas de sorprenderme, tú persona enriquece, aporta, suma, enseña, satisface y mas Guapiiiisimo! Por donde se te mire… Nuestra suerte es tenerte a ratitos, tú compania, tu manera de ser y tú todo! Encantada de haberte conocido.