Después de una cena veggie llena de «¿cómo coño han hecho esta tortilla de patatas tan buena sin huevo?» y «¿en serio esto no es pollo?» y «joder, voy a reventar», salimos prácticamente rodando del Enjoy Vegan del barrio del Born divagando entre irnos a tu casa con tu chico o dar una vuelta para rebajar la comida y esa inocentemente llena de picardía propuesta tuya de «¡vamos a tomar algo a un sitio muy chulo!» que a mí me acaba de parecer perfecta porque quiero ir a algún sitio y charlar un poco pues me apetece más cita contigo. Continuar leyendo «Dulzura perversa»